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Consejos para luchar contra el bajo consumo de fibra
Consejos para luchar contra el bajo consumo de fibra

Según el Estudio Científico Anibes, elaborado por la Fundación Española de Nutrición, la media de ingesta diaria de fibra en España se situaría en 15,8 gramos, muy por debajo de la ingesta recomendada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) para la población adulta: 25 gramos al día.

Estos resultados vendrían a corroborar la tendencia decreciente del consumo de fibra en España, de la que alertaban ya Baltasar Ruiz-Roso y Lourdes Pérez-Olleros, de la Universidad Complutense de Madrid, en el artículo titulado Avance de resultados sobre consumo de fibra en España y beneficios asociados a la ingesta de fibra insoluble, y publicado en 2010 en la Revista Española de Nutrición Comunitaria. Según el estudio, partiendo de los 27 gramos/día de 1964, habríamos pasado por los 20 gramos/día en 1991 hasta llegar a los 16,2 del periodo 2004-2008. Queda, por tanto, terreno para mejorar, por lo que CF y Nestlé Health Science colaboran para poner de relieve las implicaciones de una dienta insuficiente en este nutriente.

“El reciente informe Qué consumen los valencianos indica que el consumo de frutas, verduras y legumbres es pobre. Teniendo en cuenta que estos alimentos de origen vegetal son los que contienen la fibra, con una dieta baja en ellos el contenido de fibra que ingerimos no va a ser el recomendado”, afirma Rocío Planells, dietista-nutricionista y gerente del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana.

Una opinión que comparte Mª del Carmen Lozano, vocal de Alimentación y Nutrición del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COF), para quien en la actualidad en España la mayoría de la población consume “un exceso de proteínas y grasas frente a un déficit de hidratos de carbono, generando un perfil calórico desequilibrado que tiene como consecuencia dietas pobres en ciertos nutrientes, como la fibra”.

Según el estudio de Ruiz-Roso y Pérez-Olleros, que evaluó el consumo de fibra en España y su relación con la morbimortalidad en algunas enfermedades, fundamentalmente cardio y cerebrovasculares, en el periodo 2004-2008, “se puede recomendar a la población española el aumento del consumo de alimentos ricos en fibra para la prevención de diferentes enfermedades degenerativas”.

Esta máxima la defiende también Planells, para quien los beneficios del consumo de fibra van más allá de ayudar al correcto funcionamiento del tracto intestinal o evitar en la medida de lo posible el desarrollo de dolencias, como el síndrome de intestino irritable u otras enfermedades inflamatorias intestinales: “Se han hecho bastantes estudios que confirman que un consumo de fibra superior a los 25 gramos diarios recomendados estaría relacionado con la disminución del riesgo de enfermedades coronarias, diabetes tipo II y algunos tipos de cáncer, como el de colon”.

Lozano añade que un aporte de fibra inadecuado se asocia “con un aumento de colesterol, triglicéridos, presión arterial y riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares”.

Teresa Bonnín, farmacéutica doctorada en Nutrición y Dietética, señala que la cantidad ingerida de fibra dietética influye también “directamente sobre las poblaciones bacterianas que se desarrollan en el último tramo del proceso digestivo”. En ese sentido, añade que diversos estudios recientes han subrayado “la enorme importancia de la composición de la flora bacteriana (microbiota) residente en el colon y su relación directa con numerosas enfermedades como la hipercolesterolemia o el cáncer de colon”.

Suplementos

Para Planells, hay que “recomendar a los pacientes el consumo de alimentos ricos en fibra”, ya que en principio los requisitos del consumo de fibra se alcanzarían con una dieta sana y equilibrada. En cualquier caso, reconoce que los suplementos de fibra pueden ser útiles, bajo prescripción médica, en personas con dificultades o patologías del tracto digestivo “que puedan necesitar un aporte mayor”.

Refrenda esta opinión Lozano, para quien el farmacéutico, como profesional sanitario, “tiene el papel de asesorar nutricionalmente a la población, creando buenos hábitos alimentarios”. Para la portavoz de COF de Madrid en el caso de dietas inadecuadas constantes, intolerancias y enfermedades “puede ser recomendable, siempre bajo supervisión, un suplemento alimenticio rico en fibra”.

Insiste en esta idea Bonnín, quien señala que aconseja a sus pacientes preparados con fibra dietética cuando la recomendación nutricional no es suficiente, la persona padece estreñimiento, tiene alguna enfermedad inflamatoria intestinal o está tomando fármacos que contribuyen a ésta. “Lo ideal es aumentar el consumo de fibra gradualmente e instaurar un tratamiento conjunto con probióticos específicos, que ayuden a reforzar la mucosa intestinal”, argumenta.

Dentro de estos suplementos ha adquirido peso en los últimos años la fibra PHGG (goma guar parcialmente hidrolizada), una fibra de origen natural, vegetal, soluble, fermentable y no viscosa. Además de ayudar a conseguir el aporte de fibra diario recomendado, la fibra PHGG ha demostrado en varios estudios su capacidad para favorecer el equilibrio de la función intestinal y de la flora intestinal, mejorando el estreñimiento, ayudando en el manejo de algunos síntomas asociados al estreñimiento ocasional (como las flatulencias o la hinchazón abdominal) y reduciendo significativamente el uso de laxantes en personas de edad avanzada, sin que ello implique cambios en la frecuencia de las deposiciones.

Consumo avalado

Lozano destaca que el uso de la PHGG en la diarrea asociada a la nutrición enteral “está avalado por diversos estudios y por la Asociación Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo”. A eso añade que otros estudios demuestran que el suplemento de fibra PHGG “puede ser prometedor” en el tratamiento de otro tipo de enfermedades y en el caso de deficiencias nutricionales de fibra debidas a una dieta inadecuada.

En ese sentido, Bonnín destaca también los “prometedores resultados” de esta fibra para ayudar al tratamiento “del síndrome de intestino irritable y en otras muchas situaciones clínicas, como la diabetes, la hipercolesterolemia o el sobrecrecimiento bacteriano”.

Mejorar el tránsito intestinal en verano

“El farmacéutico debe velar por que la población consuma una dieta equilibrada y variada con aportes de fibra adecuados, recomendando un aumento del consumo de frutas, verduras y cereales”, afirma Mª del Carmen Lozano, del COF de Madrid. Desde su experiencia comenta que la de la fibra, sobre todo en estreñimiento, “es un tipo de consulta muy frecuente durante todo el año, pero especialmente en la época estival”. Y es que en verano y vacaciones no es raro que se relaje la dieta, reduciendo aún más si cabe el aporte de fibra, lo que suele traer consigo un aumento de los problemas del tránsito intestinal. Para Rocío Planells, del Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Valencia, durante esta época del año es fundamental “consumir alimentos vegetales” que con las altas temperaturas pueden resultar además “mucho más apetecibles”. A ello, como recomendación, añade la importancia de “no descuidar el consumo de agua y la actividad física, que también ayudan al movimiento intestinal”.

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